domingo, 31 de marzo de 2013

La Botánica y las Micropartículas. Prof. Avinoam Danim y Prof. Giulio Fanti

1. Los  hallazgos  del  Prof. Avinoam  Danim  ,  (  indicaciones  floreales  y botánicas ),  permiten   dar  una  origen  geográfica de la  Sábana  Santa de Turín.
2.  Los   hallazgos  del  Prof.  GiulioFanti, permiten afirmar  que las micropartículas de  estroncio y  hierro  encontradas en la  SST, corresponden  a las encontradas  en las  grutas de  Jerusalem.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Ostensión Televisiva de La Sábana Santa de Turín 30 de marzo 2013


El  último  regalo  que nos  dejó el Papa  Emerito Benedicto  XVI:
La  Ostensión  Televisiva  de  La  Sábana  Santa  de  Turín:

 Pope Emeritus orders TV broadcast of Shroud of Turin

Horarios   de la  transmisión  Radio  Televisiòn  Italiana  RAI Uno :

  • Viernes Santo , 29  de  marzo  2:10 p.m. hora  italiana (1.10 p.m. GMT) – RAI Uno – “A sua immagine”,  “ A  su  imagen”
  • Especial  del Viernes   SantoL'uomo della Sindone   (El  Hombre  de la  Sábana).
  • Viernes  Santo ,  29 de  marzo  – 8:30 p.m. hora italiana (7:30 p.m. GMT) – RAI Uno – “Porta a Porta”,  “ De puerta  a  puerta “,  Especial del  Viernes  Santo.  Sindone, mistero svelato? El  misterio revelado de la  Sindone.
  •  
  • Sabado  Santo, marzo 30 – 11:10 a.m  hora  italiana (10:10 a.m. GMT) – RAI Uno – “A sua immagine”,  “ A  su  imagen  Especial: L'attesa dell'Ostensione (En  espera de la  Ostensión”
  •  
  • Sabado Santo, marzo  30 – 5:15 p.m. hora  italiana (4:15 p.m. GMT) – RAI Uno – “A sua immagine” -  “ A  su  imagen”  Sindone: i segni della Passione.   Sindone:  las  huellas  de La  Pasión   

sábado, 23 de marzo de 2013

Una Lectura de La Síndone

Conclusiones del Grupo de Estudio STURP


Después de varios años de estudio y evaluación de los datos, el STURP    (Shroud of Turin Research Corporation)  publicó su informe final en 1981.
Sobre las fibras no se han encontrado ni pigmentos, ni pinturas, ni tintes o manchas. La radiografía, la fluorescencia y la microquímica de las fibras confirman que no es posible que la imagen fuera realizada con pintura.
La evaluación ultravioleta e infrarroja confirma estos estudios. El reforzamiento de la imagen por ordenador y el análisis mediante un aparato conocido como Analizador de Imágenes VP-8 demuestran que la impronta contiene codificada información única y tridimensional.
 La evaluación microquímica no ha descubierto que se hubiera formado por especias, ni aceites, ni otras sustancias bioquímicas que produzca el cuerpo en vida o después de la muerte.
Está claro que hubo un contacto directo de la Síndone con un cuerpo, lo cual explica ciertas características como las marcas de la flagelación y la sangre. Sin embargo, aunque este tipo de contacto puede explicar algunas características del torso, es absolutamente incapaz de explicar la imagen del rostro con la alta resolución que muestra la fotografía.
Vernon Miller
Barrie  Schwortz
El problema científico consiste en que algunas explicaciones que podrían ser válidas desde el punto de vista de la química, son imposibles para la física. Por el contrario, ciertas explicaciones físicas que podrían resultar atractivas son imposibles de sostener por la química. Para llegar a una explicación adecuada de la imagen de la Síndone, ésta debe ser aceptable científicamente desde el punto de vista de la física, la química, la biología y la medicina. En este momento, este tipo de solución no se ha logrado a pesar de los grandes esfuerzos realizados por el equipo de la Síndone. 
Tampoco los experimentos físicos y químicos con lino antiguo han reproducido adecuadamente el fenómeno que presenta la Síndone.
El consenso científico es que la imagen es resultado de algo que provocó la oxidación, la deshidratación y la conjugación de la estructura de los polisacáridos de las microfibras del  lino.
Estos cambios pueden reproducirse en el laboratorio con ciertos procesos químicos y físicos; se puede obtener un cambio semejante en el lino con ácido sulfúrico o con calor. Sin embargo, no se conocen métodos químicos o físicos que puedan explicar la totalidad de la imagen. Tampoco puede explicar adecuadamente la imagen ninguna combinación de circunstancias físicas, químicas, biológicas o médicas.
Como consecuencia de esto, el problema de cómo se produjo la imagen o de lo que la produjo, sigue siendo, ahora como antes, un misterio.
Podemos concluir por el momento que la imagen de la Síndone es la de un hombre real, un hombre flagelado y crucificado. No es producto de un artista.
Las manchas de sangre contienen hemoglobina y la prueba de albúmina de suero resulta positiva.
La impronta sigue siendo un misterio y hasta que se realicen nuevos estudios químicos, bien por este grupo de científicos bien por otro grupo en el futuro, el problema sigue sin solución.
·         1. Joseph S. Accetta, Lockheed Corporation*
·         2. Steven Baumgart, U.S. Air Force Weapons Laboratories*
·         3. John D. German, U.S. Air Force Weapons Laboratories*
·         4. Ernest H. Brooks II, Brooks Institute of Photography*
·         5. Mark Evans, Brooks Institute of Photography*
·         6. Vernon D. Miller, Brooks Institute of Photography*
·         7. Robert Bucklin, Harris County, Texas, Medical Examiner's Office
·         8. Donald Devan, Oceanographic Services Inc.*
·         9. Rudolph J. Dichtl, University of Colorado*
·         10. Robert Dinegar, Los Alamos National Scientific Laboratories*
·         11. Donald & Joan Janney, Los Alamos National Scientific Laboratories*
·         12. J. Ronald London, Los Alamos National Scientific Laboratories*
·         13. Roger A. Morris, Los Alamos National Scientific Laboratories*
·         14. Ray Rogers, Los Alamos National Scientific Laboratories*
·         15. Larry Schwalbe, Los Alamos National Scientific Laboratories
·         16. Diane Soran, Los Alamos National Scientific Laboratories
·         17. Kenneth E. Stevenson, IBM*
·         18. Al Adler, Western Connecticut State University
·         19. Thomas F. D'Muhala, Nuclear Technology Corporation*
·         20. Jim Drusik, Los Angeles County Museum
·         21. Joseph Gambescia, St. Agnes Medical Center
·         22. Roger & Marty Gilbert, Oriel Corporation*
·         23. Thomas Haverty, Rocky Mountain Thermograph*
·         24. John Heller, New England Institute
·         25. John P. Jackson, U.S. Air Force Academy*
·         26. Eric J. Jumper, U.S. Air Force Academy*
·         27. Jean Lorre, Jet Propulsion Laboratory*
·         28. Donald J. Lynn, Jet Propulsion Laboratory*
·         29. Robert W. Mottern, Sandia Laboratories*
·         30. Samuel Pellicori, Santa Barbara Research Center*
·         31. Barrie M. Schwortz, Barrie Schwortz Studios*
·         Los investigadores marcados con un* participaron directamente en el Examen de 1978 en Turín. 
Los demás investigadores del STURP trabajaron con los datos o muestras traídas después de que el equipo volvió a los Estados Unidos.

viernes, 22 de marzo de 2013

Grupo de Estudio STURP Científicos de la NASA

Este   grupo  de  estudio ( Shroud  Turin Research Project)  STURP,   primer equipo   multidisciplinario    de  científicos,    presidido  por  John.  A . Jackson, que   observaron  directamente   por  120  horas  en octubre  de 1978, la  Sábana  Santa de  Turín.

Quizás   el  benévolo lector  desea  ver en linea  o descargar la presentación:
 

Evangelio de Juan...Comentario de Mons. André Feuillet.



Monseñor André  Feuillet: 
Ex  Miembro  de la  Comisión  Teológica  Pontificia, conversando  con el P. Jorge  Loring  en  el  Congreso de  Turin  nos  explica:

Dijo Mons. Feuillet:

«Habría que reformar los textos litúrgicos que se leen en la Misa, de cuando Pedro y Juan llegaron al sepulcro». Están mal traducidos. O si suena demasiado fuerte eso de «mal traducidos», digamos «están imperfectamente traducidos».
Me explico: A Vds. les suena —lo hemos leído en la misa todos los años— que cuando San Juan y San Pedro se enteraron que Cristo había resucitado, salieron corriendo hacia el sepulcro. Pero Juan, que era más joven, llegó antes. San Pedro, más gordote y más pesadote, claro, tardó más en llegar. Pero San Juan, respetuoso con la edad de los mayores, cuando llega a la tumba, no entra, y espera por respeto a San Pedro, y después entran los dos.
 Pero dice el Evangelio que cuando San Juan llegó al sepulcro, sin entrar, miró; vio y creyó en la resurrección. 

¿Y por qué creyó? Al ver la sábana. ¿Y cómo estaba la sábana?

 Nos suena de haberlo oído en el Evangelio de la Misa: «La sábana en el suelo».

Dice Mons. Feuillet: mal traducido. La sábana en el suelo, no.
                          La Sábana   A RAS DEL SUELO; allanada, aplanada, alisada, sin el relieve que tenía cuando cubría el cuerpo de Cristo.
Porque la sábana en el suelo nos suena a la sábana tirada en un rincón. Como el que se levanta de la cama y echa la sábana a un lado. La sábana en el suelo, allí tirada. No. Tirada en el suelo, no. A RAS DEL SUELO, alisada, aplanada, allanada, yacente, a ras del suelo.
 No es lo mismo. La palabra griega usada por San Juan es KEÍMENA que significa «yaciendo». Cuando San Juan ve la sábana alisada, allanada, a ras del suelo, comprendió que Cristo había resucitado. Porque él comprendió que si alguien hubiera robado el cadáver, el lienzo no estaría así, tan bien puestecito. Entonces al ver cómo estaba el lienzo, comprendió que nadie había robado el cadáver y, por lo tanto, que Cristo había resucitado.

¿Estáis viendo ahora cómo con esta explicación de Mons. Feuillet se entiende mucho mejor el texto y la razón por la que San Juan creyó al ver cómo estaba la sábana?

En este pasaje también habla San Juan del pañolón (sudario) que estuvo sobre su cabeza: 
epi tes kefalés autou... Dice que estaba doblado a parte.
La palabra que usa es jóris, que se puede traducir modalmente o localmente: «por el contrario» o «en otro sitio».
 Las dos traducciones serían correctas: «doblado en lugar a parte» o «y el sudario que estuvo sobre su cabeza, no yaciendo en el suelo sino por el contrario, doblado ...».

Evangelio de San Juan: El Descendimiento de Jesús

La Santa Sede
EL LIBRO DEL PUEBLO DE DIOS
La Biblia    (Traducción argentina) 1990

El Nuevo Testamento
  • EVANGELIO SEGUN SAN JUAN 19
1 Pilato mandó entonces azotar a Jesús.
2 Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. Lo revistieron con un manto rojo,
3 y acercándose, le decían: «¡Salud, rey de los judíos!», y lo abofeteaban.
4 Pilato volvió a salir y les dijo: «Miren, lo traigo afuera para que sepan que no encuentro en él ningún motivo de condena».
5 Jesús salió, llevando la corona de espinas y el manto rojo. Pilato les dijo: «¡Aquí tienen al hombre!».
6 Cuando los sumos sacerdotes y los guardias lo vieron, gritaron: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». Pilato les dijo: «Tómenlo ustedes y crucifíquenlo. Yo no encuentro en él ningún motivo para condenarlo».
7 Los judíos respondieron: «Nosotros tenemos una Ley, y según esa Ley debe morir porque él pretende ser Hijo de Dios».
8 Al oír estas palabras, Pilato se alarmó más todavía.
9 Volvió a entrar en el pretorio y preguntó a Jesús: «¿De dónde eres tú?». Pero Jesús no lo respondió nada.
10 Pilato le dijo: «¿No quieres hablarme? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y también para crucificarte?».
11 Jesús le respondió: «Tú no tendrías sobre mí ninguna autoridad, si no la hubieras recibido de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti ha cometido un pecado más grave».
12 Desde ese momento, Pilato trataba de ponerlo en libertad. Pero los judíos gritaban: «Si lo sueltas, no eres amigo del César, porque el que se hace rey se opone al César».
13 Al oír esto, Pilato sacó afuera a Jesús y lo hizo sentar sobre un estrado, en el lugar llamado «el Empedrado», en hebreo, «Gábata».
14 Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía. Pilato dijo a los judíos: «Aquí tienen a su rey».
15 Ellos vociferaban: «¡Que muera! ¡Que muera! ¡Crucifícalo!». Pilato les dijo: «¿Voy a crucificar a su rey?». Los sumos sacerdotes respondieron: «No tenemos otro rey que el César».
16 Entonces Pilato se lo entregó para que lo crucifiquen, y ellos se lo llevaron.
17 Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado «del Cráneo», en hebreo «Gólgota».
18 Allí lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en el medio.
19 Pilato redactó una inscripción que decía: "Jesús el Nazareno, rey de los judíos", y la hizo poner sobre la cruz.
20 Muchos judíos leyeron esta inscripción, porque el lugar donde Jesús fue crucificado quedaba cerca de la ciudad y la inscripción estaba en hebreo, latín y griego.
21 Los sumos sacerdotes de los judíos dijeron a Pilato: «No escribas: "El rey de los judíos". sino: "Este ha dicho: Yo soy el rey de los judíos"».
22 Pilato respondió: «Lo escrito, escrito está».
23 Después que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo,
24 se dijeron entre sí: «No la rompamos. Vamos a sortearla, para ver a quién le toca.» Así se cumplió la Escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados.
25 Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena.
26 Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo».
27 Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.
28 Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo: Tengo sed.
29 Había allí un recipiente lleno de vinagre; empaparon en él una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca.
30 Después de beber el vinagre, dijo Jesús: «Todo se ha cumplido». E inclinando la cabeza, entregó su espíritu.
31 Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne.
32 Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús.
33 Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas,
34 sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua.
35 El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.
36 Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: "No le quebrarán ninguno de sus huesos".
37 Y otro pasaje de la Escritura, dice: "Verán al que ellos mismos traspasaron".
38 Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús –pero secretamente, por temor a los judíos– pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo.
39 Fue también Nicodemo, el mismo que anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos treinta kilos.
40 Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la mezcla de perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos.
41 En el lugar donde lo crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido sepultado.
42 Como era para los judíos el día de la Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.