viernes, 22 de marzo de 2013

Evangelio de Juan...Comentario de Mons. André Feuillet.



Monseñor André  Feuillet: 
Ex  Miembro  de la  Comisión  Teológica  Pontificia, conversando  con el P. Jorge  Loring  en  el  Congreso de  Turin  nos  explica:

Dijo Mons. Feuillet:

«Habría que reformar los textos litúrgicos que se leen en la Misa, de cuando Pedro y Juan llegaron al sepulcro». Están mal traducidos. O si suena demasiado fuerte eso de «mal traducidos», digamos «están imperfectamente traducidos».
Me explico: A Vds. les suena —lo hemos leído en la misa todos los años— que cuando San Juan y San Pedro se enteraron que Cristo había resucitado, salieron corriendo hacia el sepulcro. Pero Juan, que era más joven, llegó antes. San Pedro, más gordote y más pesadote, claro, tardó más en llegar. Pero San Juan, respetuoso con la edad de los mayores, cuando llega a la tumba, no entra, y espera por respeto a San Pedro, y después entran los dos.
 Pero dice el Evangelio que cuando San Juan llegó al sepulcro, sin entrar, miró; vio y creyó en la resurrección. 

¿Y por qué creyó? Al ver la sábana. ¿Y cómo estaba la sábana?

 Nos suena de haberlo oído en el Evangelio de la Misa: «La sábana en el suelo».

Dice Mons. Feuillet: mal traducido. La sábana en el suelo, no.
                          La Sábana   A RAS DEL SUELO; allanada, aplanada, alisada, sin el relieve que tenía cuando cubría el cuerpo de Cristo.
Porque la sábana en el suelo nos suena a la sábana tirada en un rincón. Como el que se levanta de la cama y echa la sábana a un lado. La sábana en el suelo, allí tirada. No. Tirada en el suelo, no. A RAS DEL SUELO, alisada, aplanada, allanada, yacente, a ras del suelo.
 No es lo mismo. La palabra griega usada por San Juan es KEÍMENA que significa «yaciendo». Cuando San Juan ve la sábana alisada, allanada, a ras del suelo, comprendió que Cristo había resucitado. Porque él comprendió que si alguien hubiera robado el cadáver, el lienzo no estaría así, tan bien puestecito. Entonces al ver cómo estaba el lienzo, comprendió que nadie había robado el cadáver y, por lo tanto, que Cristo había resucitado.

¿Estáis viendo ahora cómo con esta explicación de Mons. Feuillet se entiende mucho mejor el texto y la razón por la que San Juan creyó al ver cómo estaba la sábana?

En este pasaje también habla San Juan del pañolón (sudario) que estuvo sobre su cabeza: 
epi tes kefalés autou... Dice que estaba doblado a parte.
La palabra que usa es jóris, que se puede traducir modalmente o localmente: «por el contrario» o «en otro sitio».
 Las dos traducciones serían correctas: «doblado en lugar a parte» o «y el sudario que estuvo sobre su cabeza, no yaciendo en el suelo sino por el contrario, doblado ...».

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